Hoy nos hemos levantado más pronto de lo normal. A las 6, up! Me he despertado bastante rallada por culpa de mis rodillas, toda la noche con dolor y por mucho rato que estuviera estirada o sentada no había manera de que se me calmara el dolor. Hasta me han entrado ganas de tirar la toalla y pillar un bus a Santander. Pero bueno, con un par, por lo menos voy a intentarlo y si me veo muy, muy mal pues ya veremos qué hago.
Como cada día, hemos tardado trescientas mil horas en hacer la mochila. Culpa del puñetero saco de dormir del decathlon. Muy pequeñito, muy cómodo, sí. Pero plegalo si tienes huevos xD the mother of the corder, como cuesta... ha quedado como un choricillo apretado y mal puesto, con los sudores de la muerte intentando guardarlo xD
El ambiente en el albergue de Santoña ha sido mucho mejor que hasta ahora y como había desayuno hemos coincidido todos y comentado las rutas que íbamos a tomar cada uno.
Al salir de Santoña... qué pesteeee, qué asco, qué nauseas >_____< la peste a pescado de la lonja, de anchoas en salazón (famosas de Santoña) que tenían ahí en cantidades industriales... puaj!
Luego hemos caminado por las marismas y de ahí para el monte. Por un camino muy estrecho pero muy bonito y un tanto peligroso porque te salías un poco del sendero y te ibas p'abajo. Las vistas preciosas, toda la costa y la playa de Noja. Al bajar la montaña hemos caminado por la playa y se nos ha puesto a llover. Ha vuelto Igor/Lídia con la capelina xD Ha sido muy bonito.
Hemos conocido a unas chicas irlandesas muy majas que me han explicado que el camino de santiago se ha puesto muy de moda allí. También nos hemos juntado con un matrimonio de Vigo muy simpáticos y con Pedro, un portugués/catalán muy divertido. Hemos caminado con ellos hasta llegar a un bar donde Andrea y yo hemos decidido parar. Mis rodillas se estaban portando demasiado bien y necesitaban un descanso.
A caminar de nuevo. Ahora las rodillas sí que me dolían bien.. Pero no me ha quedado más remedio que aguantar y tirar p'alante Con un ritmo bastante más lento pero hacia delante. Llega un punto en el que te concentras de tal manera que solo te miras los pies y piensas en caminar y no rendirte y no sentir dolor. El dolor ya está asumido.
Más adelante nos hemos encontrado con Javier, de Pamplona, y ya hemos acabado la jornada con él. Se ha hecho más ameno porqué íbamos hablando y compartiendo anécdotas y experiencias.
Llegamos al albergue de Güemes, el que tiene tanta fama. Es una pasada de albergue. Hemos descansado un poquito (previa ducha, of course) y a las 19.30h nos han citado en la biblioteca del albergue a una charla. ¿Quién nos ha citado? El Padre Ernesto. Mmmmm.... a mi no gusta. No quiero que me coman el coco con movidas religiosas y este sitio es un poco "cumbayá señor", ya tu sabeh, jipi-religioso xD Pero en fin, que al final no ha ido tan mal, nos han explicado un poco de historia y anécdotas del camino y luego ha salido un tipo a hablar que no me ha gustado tanto. He notado mucho fanatismo con el señor Ernesto este: ¡mirad! Este es su casco de minero, y estas las botas que llevaba cuando estuvo por nosedonde...
¡AH! Había un perrete enooooorme super simpático que solo quería que le hicieran mimos... *^*
En fin, cuando hemos ido a cenar las chicas irlandesas me han preguntado por la rodilla y me han dejado una cremita que dicen que me irá bien, me la dejan hasta mañana por la mañana, son super majas :___D Y con la cremita puesta me he ido a dormir! A ver si hace algo...
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