martes, 13 de octubre de 2015

Iceland Roadtrip - Day 4

22/08/2015

Como hasta las 11 no teníamos el tour en zodiac y estábamos a 20km, nos levantamos algo más tarde y con mucha calma. Después del día que tuvimos ayer nos vino genial descansar un poco más.

Estábamos muy emocionadas con este tour y en cuanto terminamos de desayunar nos pusimos en marcha a Jökulsárlón. Fuimos al mostrador de "Glacier Lagoon tours" para que nos informaran y nos enviaron a una especie de caseta prefabricada donde había dos chicos (ai omá los islandeses) que nos dieron unos trajes de colores fluorescentes que nos favorecían mucho y que incitaban a hacer el tonto (eso o que nosotras somos dadas a hacer tontunadas por naturaleza). 


. . .

¡Y llegó el momento esperado! Esperado y temido por mi también, me da miedo el agua cuando hay mucha agua junta y subirme a un barco no es algo que me de mucha seguridad. Y menos una zodiac en la que teníamos que sentarnos en los bordes hinchables e ir agarrada de una cuerda para no caerte sin ninguna protección más (el chaleco salvavidas). Pero bueno, Jökulsárlón lo valía. Eso se movía cosa mala, nos pusimos en marcha. El viento frío en la cara. Y de repente un iceberg a escasos metros de mi, madre mía, es increíble. Nos acercaron a muchos icebergs, pudimos ver toda su grandeza, los colores, las formas, y tan cerca. Nos explicaron el por qué tienen tres colores y, si no recuerdo mal, era por lo siguiente: el negro es por la arena volcánica que queda dentro del iceberg, blanco es cuando queda aire dentro y azul es agua (o al revés :S). 

En un momento la velocidad de la lancha aumentó considerablemente y temí por mi vida. Muchos botes y giros en los que creía que iba a morir en el agua congelada. Pero no. Ibamos camino al glaciar. Cuando llegamos allí me invadió un sentimiento de felicidad, paz y tranquilidad muy grande, y eso que era un lugar muy hostil. El motor de la zodiac se paró y estuvimos allí delante del glaciar en medio de la nada, parados en silencio rodeados por niebla y agua. Se oía el hielo romperse y caer en el agua. Es algo que no voy a olvidar nunca.


 ( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )
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Ai... y con esta sensación de felicidad y después de habernos tomado un café calentito, nos pusimos en marcha. Hoy toca mucha mucha carretera. 80km hasta el siguiente pueblo, Höfn. Aquí paramos a comprar y a comer. Pero nada de comer en un restaurante, pan, embutido y patatas de bolsa. Que todo es CARÍSIMO. Fuimos al centro de información turística, que también es museo, y dimos una vuelta por el mini pueblo. Es un pueblo pesquero, tiene el puerto y cuatro o cinco calles. Las casas que vimos no me gustaron mucho, muy "cúbicas" como dice Iris (a ella le encantan).


Y tras recuperar fuerzas, a la carretera de nuevo, ya no hay nada que ver hasta nuestro destino. Carretera y más carretera, niebla, lluvia, frío. Pero de repente la carretera nos llevó bordeando la costa y pudimos disfrutar de unos paisajes preciosos. Y vimos un lugar muy chulo en el que parar a descansar en medio de la nada.

 ( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )


Y llegó un punto en el que teníamos que decidir si seguir por la carretera 1 o atajar por la carretera 939. Os explico un poco: la carretera 1 sigue bordeando los fiordos (da una vuelta de la leche), la carretera 939 se mete por la montaña y ataja MUCHO. Ambas están sin asfaltar pero la 939 es bastante chunga.


Yo había estado mirando vídeos de esta carretera y me dio bastante respeto pero quedamos en que decidiríamos una vez llegáramos allí, dependiendo de si llovía, había niebla, etc. Pues bien, no hacía sol pero ni llovía ni había niebla. Nos paramos en el cruce y, tras hablarlo entre las tres, decidimos ir por la 939. Vaya aventura. Empezó muy bien, paisaje precioso, carretera de tierra con curvitas y subidas bastante pronunciadas, pero se podía llevar. De golpe, una niebla que no nos dejaba ver a más de 1-2m. Sabíamos que estábamos al lado de un acantilado importante y no veíamos nada. Andrea e Iris iban cagadas en el coche, Iris con la capucha de la sudadera y tapada hasta la nariz, Andrea detrás en completo silencio, yo concentrada en seguir la carretera. Suerte de los palitos reflectantes y las largas :D

Os pongo un vídeo de la carretera, ni mucho menos es para que lo veáis entero, dura media hora. Lo pongo a modo informativo. Igual que yo busqué videos en youtube de esta carretera y agradecí a la gente que los subió. Interesante para la gente que está planeando un viaje por esta zona, así veréis a lo que os enfrentáis.


Así quedó el coche después de la 939
Pasamos por Egilsstaðir, ¡un pueblo grandote con todos los servicios que puedas necesitar! Incluso con edificios altos... Pero pasamos de largo porque estábamos deseando llegar a Seyðisfjörður, dónde íbamos a pasar la noche y tras pasar por una carretera de montaña con paisajes muy bonitos llegamos. Un pueblo precioso en un fiordo. Estoy enamorada de este pueblecito. Está lleno de artistas, con casas de colores y rodeado de montañas nevadas con el mar al lado. Culturilla general: se fundó en 1848 por pescadores noruegos y aún hay edificios de madera de esa época. Durante la Segunda Guerra Mundial fue base de tropas británicas y estadounidenses. Tiene unos 700 habitantes y actualmente es un importante puerto pesquero aunque su economía está centrada en el turismo.

Parada obligatoria en Islandia:

 ( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )
 ( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )
( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )

Nos alojamos en el albergue de HI Hostel, que está en lo que antes era un hospital (al lado está el actual hospital). A mi me gustó mucho, tiene una cocina impresionante, una sala común muy acogedora, baños geniales y las habitaciones están muy bien. El personal fue muy amable en todo momento.

 Desde la habitación
Iris y Andrea en la cocina

Y mientras estábamos en la cocina, después de cenar y ya con el pijama puesto, llegaron unos chicos (catalanes también, qué casualidad) que nos dijeron que acababan de ver una aurora boreal desde la montaña. ¿¡QUÉ?! ¿¡EN AGOSTO?! Me dio la locura, me volví crazy. Miré a Iris y Andrea y les dije: cojo el coche y me subo a la montaña pero ya. Al principio se quedaron un poco en plan "venga ya...", pero yo iba muy en serio. Iris vino conmigo, Andrea estaba muy cansada. Nos pusimos la ropa encima del pijama y nos fuimos al coche.

Subir esa carretera a oscuras me dio un poco de mal rollo, además llena de ovejas/cabras mutantes con ojos brillantes. Paramos en un sitio que parecía estar bien, preparé el trípode y la cámara, apagamos las luces del coche y a esperar. Todo a oscuras y con cabras alrededor daba un poco de miedete. Las auroras boreales se ven si miras al norte y lo malo era que si mirabas al norte no era noche cerrada fuera la hora que fuera. Nos pareció ver como un destello extraño en el cielo y rápidamente disparé con la cámara para ver lo que salía. Exposición de 20 segundos. ES VERDE, es una aurora boreal. Seguimos observando y vimos mas destellos en el cielo. Podemos decir que hemos visto las luces del norte, no como me habría gustado, fue muy muy suave, a simple vista no se veía ni verde, pero ahí estaba. Ahora mis ganas de ver auroras boreales se habían multiplicado por mucho.

 ( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )
( foto: www.lidiagrfotografia.com / www.facebook.com/lidiagrfoto )

Y eso fue todo, después de pelarnos de frío volvimos al hostel sobre la 1.30am y a descansar.

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